En estos últimos años, el movimiento eurocéntrico FEMEN está dando mucho que hablar. A estas chicas se les conoce por manifestarse en topless en los lugares menos esperados de las formas menos esperadas.
En contra de cualquier especulación, mi disidencia con ellas no tiene nada que ver con su forma de luchar; el cuerpo es un grito, y, afortunada o desgraciadamente, en nuestra sociedad, sobre todo el cuerpo desnudo de una mujer. Además las FEMEN no fueron las primeras en utilizar la desnudez en sus protestas, ni mucho menos, y de hecho esta tendencia es lo menos reprochable. Mi crítica viene por algo que leí recientemente en una entrevista, donde una de las fundadoras del grupo se autodeclara femenina, no feminista, o mejor dicho no relaciona a FEMEN con feminismo.
"En Ucrania sigue asustando la palabra feminismo. Así que en 2008 decidimos dar un giro y dejamos de proclamar que somos feministas. Decimos que nuestro movimiento es, simplemente, femenino. Y no porque estemos en contra del feminismo, sino porque creemos que es necesario renovar su imagen."
"... esta sociedad machista ha convertido el feminismo en un estereotipo: mujeres poco menos que barbudas, deseosas de acabar con los hombres y que hacen el amor entre ellas. Y había que cambiar esa percepción. Una mujer atractiva, en minifalda, con tacones altos y bien maquilladas no tiene por qué ser tonta. Se puede ser sexy, femenina y, al mismo tiempo, inteligente, activa, y sabedora de lo que pasa alrededor"
Mi pregunta es: ¿Es que a caso el feminismo depende de los atuendos que lleves, el físico que tengas o el sexo del que seas? El feminismo lucha contra la desigualdad y el patriarcado, es una ideología, y las ideologías son algo que llevamos por dentro, no por fuera. Al parecer lo único que buscan las señoritas es enaltecer la feminidad, aunque para ello van por ahí promulgando consignas feministas, algo curioso... En fin, si esta es la liberación que reivindican, prefiero no ser liberada por las particulares féminas de FEMEN.
Camila Correa Pacheco, 2º Bto. A.
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