martes, 22 de octubre de 2013

La Vibración del Ser

Acabo de leer el libro "Dios" de Emilio Carrillo (Editorial Nous), y, entre otras muchas citas que querría seleccionar, me quedo con la siguiente, y con la música mística de Franco Battiato:


La idea de Dios que aún comparte la mayoría de la Humanidad es la de algo o alguien “exterior” a nosotros.

Esto nos sumerge en el olvido de nuestro “verdadero ser” y “naturaleza esencial”, que son absolutamente divinales.
Y tal olvido -la ignorancia de lo que auténticamente Somos- impide, a su vez, que sintamos la Felicidad que es nuestro Estado Natural.
A ello se dirige la “nueva” espiritualidad que emerge hoy en la consciencia humana. Es la espiritualidad de los místicos y místicas de todas las épocas y culturas, aunque con dos importantes diferencias: no necesita vivenciarse dentro de ningún “credo” o religión; y ya no es algo aislado y minoritario, sino que se expande cada vez entre más gente y de una punta a otra del planeta.
No obstante, la mayoría de los seres humanos siguen aún aferrados a la visión de un Dios exterior y, por ende, a una “naturaleza egocéntrica”. Y desde esta, se lanzan hacia fuera de ellos mismos en busca del “bien-estar”, pobre sucedáneo de la Felicidad (“Bien-Ser”) que es nuestro Estado Natural. Una búsqueda en la que se usa como herramienta la experiencia dual, basada en la no aceptación y en juzgar y etiquetar dicotómicamente (“positivo” y “negativo”, “bueno” y “malo”, “agradable” y “desagradable”…) todo lo que ocurre en nuestra vida y a nuestro alrededor. Pero las experiencias carecen de “color”. Simplemente, son experiencias, todas con su porqué y para qué en el proceso consciencial y evolutivo de cada cual. Y cada experiencia -la que sea- tiene su peculiar vibración. Las apariencias de las experiencias -es decir: lo que perciben de ellas nuestros sentidos corpóreos y mentales- no son reales. Lo real en las experiencias es su vibración, que se puede escuchar desde el Corazón, como si se tratara de una melodía musical. Y desde el Corazón -desde nuestro “verdadero ser”- podemos armonizar la vibración de cada experiencia -la que sea- para que resuene en Frecuencia de Amor.

Paco Ayala
http://youtu.be/JYUs7y9nNuc

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