El inspector jefe del Grupo de menores de la Policía (GRUME), Andrés Fernández Salagre, advirtió que el número de maltratos producidos por parte de menores a adultos ha aumentado un 50% en los últimos tres años.
Continuamente podemos escuchar como ha crecido notablemente el número de familias afectadas por este tipo de maltrato. Cada vez este hecho es más frecuente, incluso llegamos a observarlo en muchos programas de televisión que están siendo emitidos actualmente.
Es muy fácil, a día de hoy, ir llorando a los medios contándoles la versión que estos quieren oír. Y siempre o casi siempre se culpa de estas acciones a los hijos.
Yo no justifico estas irresponsables conductas que desarrollan los jóvenes hacia sus padres o sus familiares, pero tampoco soy de las que piensan que los culpables son única y exclusivamente los hijos.
Y es que, a la hora de educar a un niño, se debería de tener en cuenta, más aún de la que se tiene hoy en día, una infinidad de cosas, como podría ser la educación y la enseñanza por parte de los adultos de una serie de aspectos morales, ya que, desde muy pequeños, los niños comienzan a desarrollar su personalidad en función de sus amistades, pero más importante es aún para ellos la figura de sus padres.
Y esto ocurre así, pues la mayoría de estos casos se produce en ocasiones en las que los hijos han tenido un mal modelo paterno, y de esta mala educación ha derivado una conducta cruel, e incluso llegando a acabar en agresiones, saliendo perjudicados los familiares, e incluso el propio adolescente (pues esta es la etapa en la que los jóvenes son más rebeldes e irritables, una etapa crucial que marcará sus vidas).
En definitiva, habría que intentar acabar con este problema desde el interior, desde el principio de la educación que se les comienza a imponer ya desde niños. Porque muchas veces intentamos construir algo sobre una mala base o inexistente. Y es que no podemos pretender empezar la casa por el tejado.
Mary Martínez Abenza
2ºBTO. A
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